Con mayoría de 8 a 3 (Lord Neuberger, Lady Hale, Lord Mance, Lord Kerr, Lord Clarke, Lord Wilson, Lord Sumption y Lord Hodge a favor y con Lord Reed, Lord Carnwath y Lord Hughes en contra) el Tribunal Supremo acaba de confirmar la Sentencia del Divisional Court del High Court of Justice de Londres, obligando finalmente al ejecutivo inglés a obtener aprobación parlamentaria para invocar el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea.

Para el Tribunal Supremo, la invocación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea supone, inevitablemente, la afectación de los derechos y obligaciones de los ciudadanos británicos tanto dentro como fuera del Reino Unido. Ello, en opinión de la mayoría de los 12 magistrados requiere, necesariamente, obtener aprobación parlamentaria previa antes de invocar el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea.

Está por ver cómo reaccionará el Ejecutivo británico ante esta situación. La premier británica ya ha adelantado su intención de comenzar la tramitación urgente de una ley a tales efectos para su aprobación parlamentaria.

En este enlace se puede consultar la Sentencia del Tribunal Supremo inglés.